jueves, 20 de noviembre de 2014

Cuando la Vida te Guantea la Cara

Una vez un colega me preguntó: "¿tú sabes cuando la vida se ríe de ti en toda tu cara?", y claro, yo, que nunca admito que no sé de qué me habla alguien, le digo: "ajam". Pero nooooo, no lo sabía, no sabía lo que es que la vida coja tus super planes, apuntados en un papelito en letra cursiva, con doble subrayado... y se limpie el culo con ellos.

Tras mi última entrada, esa apoteósica despedida, tan poética, tan llena de rencor y tan definitiva... la protagonista de la misma no tiene otra cosa que hacer que enviarme un correo electrónico: 

- ¿Podemos quedar?, tenemos una conversación pendiente.

Y, de pronto, sale de mí la "yo" superheroína, la que no se deja pisar, la que tiene claro los doce mil primeros insultos que pienso escribirle... abro el gmail ¡¡¡se va a cag**!!!, redactar nuevo correo ¡¡¡esta no sabe con quién se ha metido!!!, y escribo:

- ...Vale.

Ole, ole, claro que sí, si es que soy tooo malota. En fin, no pasa nada, quedo con ella y la puteo en persona, que hace mucho más daño. Me pienso poner todo lo mona que pueda (o por lo menos intentarlo, que cada una conoce sus limitaciones), vacilarle mucho rato y luego hacerla llorar.

No sé cómo pero quedo en recogerla en su casa, llego puntual y adopto mi super pose de "no veas si te vas a arrepentir de haberte ido" (me he bebido dos cervezas antes de venir y ahora puedo con todo). Se abre la puerta de su portal y sale... ¡¡¡NOOOOO!!!, ¡¡¡NOOOOO!!!. Viene más guapa que nunca, se acerca sin atreverse a mirarme a los ojos y sonríe... y listo, ya se me ha olvidado qué hago yo aquí. Recojo mi mandíbula inferior del suelo y nos vamos a cenar.

Os ahorro la parte de la cena, las doce mil explicaciones y la confesión de que encontró el blog y lo leyó (adiós a mi blog super secreto). Por cierto, breve inciso para comentar que yo tenía razón y tiene novia. En fin, todo super triste, mogollón de lágrimas y besos, y más lágrimas y una frase: 

- No soy feliz. 

¡¡¡Oh, sííí!!!, eso era el karma positivo, poniéndome en bandeja la cabeza de mi enemigo. Eran tantas las respuestas acertadas que no sabía por cual decidirme:

a) te jodes, haberme elegido a mí.
b) ja, ja, ja, te lo mereces
c) pues haberlo pensado antes
d) eso ya no es problema mío

Infinidad de opciones, y fue al mirarla a los ojos (los ojos más tristes del mundo), cuando me di cuenta de la opción correcta

- Todo va a salir bien...

Y probablemente lo hice mal, y muy problamente debí dejar que de eso se encargase su novia, y está más que claro que es lo que todo el mundo me recomendó que no hiciese bajo ningún concepto. Pero desde entonces le he estado dejando figuritas de origami en el buzón, juegos de palabras en facebook y paquetitos con mis galletas favoritas (que es lo que ahora desayuna) en la puerta de su casa.

Y quizás alguno de esos es el motivo por el que ahora vuelve a ser soltera, o el motivo por el me deja compañarla al médico, o por el que me ha cedido una percha en su habitación y un cajón en su cómoda... o quizás es la vida, riéndose de mí en mi cara.

La vida, que me hace despertarme cuatro mañanas a la semana (y no, no es vivir juntas, que a mí eso me da urticaria) oliéndole el pelo... Dios, cómo me gusta... y cómo la odio... :p